De la Wikipedia:
La Espiral del silencio es una teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemanaElisabeth Noelle-Neumann. La teoría declara que es menos probable que un individuo dé su opinión sobre un determinado tema entre un grupo de personas si siente que es parte de la minoría, por miedo a la represión o aislamiento por parte de la mayoría (Anderson 1996: 214; Miller 2005: 277).
He participado en varios eventos en los que te dan ganas de compartir con los demás, que el ponente es un desastre o que menudo morro tiene, o que ya le vale venir a contar eso. Nunca o casi nunca nadie dice nada. Yo no entendía porque pasaba, hasta que Jaime Estevez me habló de la Espiral del silencio.
Supongo que si en medio de una charla tuiteas que no estas de acuerdo, o que vaya morro, el resto de la audiencia va a pensar que eres un maleducado, o envidioso, o vete tu a saber.
No tengo muy claro que eso tenga arreglo. Probablemente seguirá pasando y todos seamos victimas de la Espiral del silencio. Siempre me ha parecido que decir lo que uno piensa de verdad aporta mas valor que lo contrario, pero debo ser de los pocos que así lo piensa.
El otro día felicitaba a Ana Maria Llopis por la presentación que hizo en la Fundación telefónica, la dije que me pareció innovadora, y ella no me tomo en serio. Nos hemos acostumbrado a que siempre todo el mundo nos felicite que ahora ya no tiene importancia, en le fondo sabemos que la mayoría de las felicitaciones son solo formas correctas.
A me dan siempre mucha (pena/rabia/…. no se muy bien que decir) los mails que se envían a todo el mundo felicitándoles por su excelente trabajo, cuando la mayoría de las ocasiones no es excelente.
Es verdad que las formas son relevantes, pero yo me quedo con el fondo.
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