Llevo tiempo pensando en escribirlo, pero al final pienso que no vale para mucho, peor hoy ya ha sido el colmo.
100.000.000.000 € o mas para los mismos de siempre. A mi me parece tremendamente injusto porque:
- Ayuda a los de siempre
- No va a llegar a las PYMES o a las familia.
- El control va ser a través de comisiones parlamentarias y le ministerio de hacienda de conocida eficacia.
- Estamos dando el dinero a los mismos que han causado el problema.
Como hay que proponer alternativas aquí está la mía:
- 1.000.000 de líneas de crédito de 100.000 € para PYMES. Igual un 20% de ellos peta, peor la mayoría ayudaría a innovar y mantener puestos de trabajo.
- Regulación que prohiba a las grandes empresas pagar a mas de 30 días. Las PYMES hoy financiamos a los grandes, unos cuantos colegas tienen facturas pendiente de pago de los bancos. Para cobrar basta con llevar la factura aceptada por el cliente a la agencia tributaria y la AEAT la cobra.
- Montamos una página web en la que se publican los balances y P&L de las PYMES con linea de crédito, en la que deben subir los informes trimestrales, sería como un consejo de administración pero fiscalizado por la comunidad.
PROTESTO, que conste.
Completamente de acuerdo, tanto en la protesta (es escandaloso que entre todos paguemos una «partida extra» a los que han demostrado que no saben gestionar esos fondos con suficiente seguridad) como en la alternativa que propones, especialmente el evitar los pagos a meses vista y el administrar los créditos de forma pública y visible (el que la administración pública sea eso, pública, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país).
Más razón que un santo llevas, Agustín… una de las sorpresas más desagradables en mi vida empresarial fue cuando revisaron mi plan financiero y me dijeron… «¿de verdad crees que vas a poder cobrar en estos plazos?». No me lo podía creer 🙁
Y y hoy acabo de aceptar «con una sonrisa» un pago a 120… y contento, más me vale…
Pero esos pequeños detalles no parecen contar… en fin…
Meses después. Acabo de leer tu post y me parece muy inspirador.
Estos tipos han ido cacareando año tras año aumentos de beneficios de más del 20%, con una arrogancia y chulería hirientes. Han apareciendo en la prensa hablando de lo bien que iba su economía (su economía). Presionando a clientes a contratar productos en condiciones leoninas. Explotando a empleados con objetivos inalcanzables y horarios sin control. Han ayudado a crear un modelo de vida insostenible para sus empleados, familias trabajadoras y PYMES. Se han empachado de éxito.
Como premio y agradecimiento se les premia con ayudas opacas, que vuelven a salir de nuestro bolsillo. Ahora, los gallos no cacarean.
Pero ahora, les entra la diarrea. Tanto comer, les ha ido mal. Muy mal. Y con ellos, han arrastrado al resto. En parte, me alegra ver que el «Todo por la pasta» no funciona. Que hay que buscar otros modelos más sostenibles para todos.
Las ideas que propones son tan de sentido común que parecen imposibles. La economía creció mal apuntalada. Gobierno y Banca, se tienen agarrados por «ahí»: «Dios nos envía los alimentos y el demonio los cocineros.» 🙂
Las crisis, como las diarreas, sirven para limpiar y plantear nuevos modelos . Estoy seguro de que durante los dos próximos años comienzan a aparecer iniciativas innovadoras al margen de esta panda de iluminados.
Un abrazo Agustín!
El problema es que no ha inspirado a mucha gente. Lo ideal sería ser capaz de que estas ideas u otras llegaran a los que las puedan poner en marcha. La opción de llegar nosotros a tomar las medidas nos va a llevar por lo menos hasta las próximas elecciones.
Un abrazo a todos.