Hoy he tenido una reunión con una responsable de innovación de una gran empresa. En el trascurso ha surgido una reflexión, y es que en general los departamentos de innovación no son todo lo innovadores que deberían, de hecho, en mi experiencia profesional los departamentos de innovación son los que muchas veces frenan los procesos de innovación.
La pregunta es: ¿porqué?
Nuestra reflexión ha sido que la razón fundamental es que innovar es arriesgar, y en las organizaciones se premia el éxito y no el fracaso. Seguro que un innovador fracasa más que uno que no lo es, y por tanto su trabajo en la organzación se hace mas difícil. Cada vez que propone una idea seguro que en el comite de dirección le dicen:
- Pero que locura.
- Otra de las tuyas
- etc.
Si el responsable de innovación estuviera seguro de que es un éxito (al 100%) entonces no sería innovación, todo el mundo lo estaría haciendo.
Esta idea no es nueva, el libro The Innovators Dilemma ya explicaba muchos de estos fenómenos.
Yo solo quería rendir un pequeño tributo a los departamentos de innovación de las grandes empresas, ellos comparten la pasión por innovar que yo llevo dentro, pero en un entorno que se lo hace muy difícil. Quizás por eso se está poniendo de moda la innovación abierta. Quizás por eso ideas4all esté teniendo al acogida que está teniendo en las empresas.
Un buen ejemplo lo puedes encontrar en esta historia que simpre me ha gustado mucho:
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro dispusieron una escalera que llevaba a un racimo de bananas, de manera que, cada vez que uno de los monos trepaba por ella para alcanzarlas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando alguno de los monos intentaba subir los demás lo molían a palos, hasta que llegó el tiempo en que ninguno de los cinco se atrevía a ceder a sus instintos, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los experimentadores substituyeron a uno de los monos por otro novato que, como es de imaginarse lo primero que trató fue de trepar por la escalera, acción que le fue impedida por los cuatro antiguos, que lo bajaron a la fuerza y le propinaron una paliza, la que siguieron administrándole cada vez que al mono advenedizo lo intentaba, hasta el día en que, aprendida la lección, no quiso subir más.
Logrado lo anterior, un segundo mono de los antiguos fue sustituido. Ocurriendo lo mismo con la participación entusiasta del primer novato. Y así un tercero y un cuarto, hasta que del grupo de los cinco primeros no quedó ninguno.
Los científicos quedaron entonces, frente a un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca habían recibido un baño de agua fría, continuaba golpeando a todo aquel que intentaba llegar a las bananas.
Llegaron entonces a la conclusión de que, si a los monos se les preguntara el porque de su conducta a todas vistas antinatural y les fuese dado responder, la respuesta sería, sin lugar a dudas, “no lo sabemos. Aquí las cosas siempre han sido así”.
Por cierto lo he sacado de aquí, una interesante página sobre innovación que merece la pena leer.