El mundo es claramente de los que saben adaptarse, ya lo dijo Darwin.
En la red esto es más así que nunca, en general la mejor estrategia es la adaptación.
Pero yo quiero decir que esa estratégia, aunque con mérito, no merece mi admiración. A mi me producen admiración los que tienen su propio punto de vista, los que no se adaptan, los que apuestan y defienden su visión en contra de todos.
Son ellos los que cambian la sociedad, los que la mejoran, y los que consiguen que luego los demás quieran adaptarse. Todos los grandes cambios y avances de nuestra sociedad se han producido gracias a los que no se adaptaban, a los que tenían una visión diferente.
No quiero decir que no me parezca bien los que montan negocios de éxito adaptandose a lo que el mercado y los demás le indican, pero par mi tienen mas mérito los que rompen, los que hacen algo diferente y defienden su punto de vista.
Desde aquí mi admiración a los auténticos innovadores.
Las redes sociales tienen un pequeño límite que las hace incompletas: las redes sociales se quedan en la red. Mientras que los ordenadores invaden las escuelas, las nuevas tecnologías de móviles y los ipad, los ipod y otros aparatos de nueva generación son el centro de las relaciones en el exterior, las redes sociales se quedan dentro de una caja mágica medidas en pulgadas.
Si, es verdad, se hacen amigos en Facebook y luego hacen quedadas, o tal vez las quedadas y conocerse en persona quedan para las redes de ligoteo y las que buscan pareja con la idea de casarse y tener hijos. ¿y las escuelas, que?.
En las redes sociales se conoce gente y todos se divierten jugando durante horas a juegos similares a los SIMS. Sin embargo eso ahí se queda. ¿Te imaginas una red social para la cual puedan interactuar no solo en escuelas, sino en pabellones deportivos, incluso estadios -a largo plazo.
Llevo cinco años ideando como desarrollar una red social que resulte interesante, atractiva, útil socialmente en todos los niveles: entretenimiento, educación, cultura, sociedad… y unas posibilidades comerciales sin precedentes.