Trasparencia: solución a problemas viejos.

La red está trayendo a nuestra sociedad un arma de mejora imparable, y que cada día compruebo que es un elemento nuevo que nos permite arreglar problemas viejos.

Todo lo vivido con el #manifiesto es un buen ejemplo. Pero a veces, ante problemas de los de toda la vida la trasparencia puede surgir como una heramienta impagable, veamos un ejemplo:

Cuando en el cole, o en la mili (uff que mayor estoy..) un grupo le daba unas cuantas «collejas» mas o menos duras a uno de los más débiles la respuesta del débil solo podía ser o el el silencio o exponerse a ser acusado de «chivato» (curiosa la definición de la RAE).

Ahora tenemos la trasparencia así que lo que podíamos hacer es:

  • Grabamos la agresión en el móvil,
  • La subimos a youtube
  • La comentamos en un blog
  • Hacemos un debate público (con todo el mundo con su nombre y apellidos) entre los agresores y el agradedido. Donde cada uno exponga y defienda su actuación.

La posición moral ( o amoral) de los que acusan y atacan en grupo no es sostenible. Seguro que ninguno de ellos sería capaz de defender su posición delante de los demas. El agredido puede defender su postura, no tenia alternativa, que recurrir a la ayuda externa.

Un problema antiguo, que siempre me ha dado mucho coraje no saber resolver, ahora resulta que la trasparencia nos puede ayudar, demos publicidad a lo que pasa, compartamos puntos de vista y justificaciones, quizás de esa manera podamos reflexionar y aprender, y al final evitar las agresiones.

«La verdad os hará libres», decía en la biblia. La trasparencia nos hará mas libres y mejores, es lo que nos dice a voces Internet.

2 comentarios sobre “Trasparencia: solución a problemas viejos.”

    1. Yo creo que la diferencia es mas que notable.
      El problema es que al chivato lo asociamos con una denuncia falsa. ¿Tu no irías a la policía si te amenazan 10 tíos de tu barrio? Yo creo que nadie te llamaría chivato. Lo de chivato es una acusación que machaca al débil porque no puede defenderse ante el grupo o los mas fuertes.

      Lo que yo propongo es que el «chivato» y el grupo que lo agrede se vean obligados a defender su actuación ante el público.

      Loas agresores se escudan en que no se sepa, en que no sea posible la discusión, en que su esquema de valores no sea expuesto a la luz.

      Nadie en su sano juicio podría defender el acoso a uno más débil. Bueno alguno seguro que sí, pero entonces no tiene un juicio sano.

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